Casi todos los niños tienen dolor abdominal en algún momento. La mayoría de las veces no es causad por un problema serio. Sin embargo en algunas ocasiones, el dolor abdominal puede ser una señal de una enfermedad que amerite atención especializada.
Los niños a menudo se quejan de dolor abdominal. De hecho esta es una de las razones más comunes por las que los padres llevan a los niños a su médico o al servicio de urgencias del hospital. El dolor de abdominal puede ser difícil de diagnosticar, ya que la irritabilidad y el llanto de un niño pequeño que es el único medio por el cual se manifiesta y puede expresar de qué algo le sucede, para llegar a identificarlo, el médico le debe hacer preguntas a los padres sobre varios aspectos que lo orienten a las posibles causas como son el tipo de alimentación, forma de inicio del cuadro, tiempo de evolución etc. En su gran mayoría estos problemas suelen ser pasajeros y autolimitados, pocas veces necesitarán exámenes especializados o la atención de un cirujano pediatra.
El médico pediatra entrevistará a los padres para obtener la mayor información posible, aunque a veces el niño es capaz de expresar directamente sus molestias cuando está en condiciones de ser lo suficientemente objetivo, sobre todo los mayorcitos de 5 años, luego de lo cual se le realiza un examen físico con especial atención a la zona del abdomen para determinar con la mayor certeza posible el diagnóstico y de esta manera aplicar un esquema terapéutico.
Causas
El niño puede tener dolor abdominal por muchas razones, la mayor parte de las veces, obedece a causas que pueden controlarse con medidas generales. No obstante en raras ocasiones, puede ser una señal de que hay algo serio, por lo tanto necesitará atención médica especializada.
Las principales causas pueden ser de origen bacteriano, viral o parasitario, que podrían acompañarse de otros síntomas como, fiebre, vómito, diarrea etc. Estos factores pueden contribuir a que el niño se deshidrate, por lo cual la primera medida en casa debe ser la rehidratación oral, mientras se observa la evolución del problema y se decide llamar al pediatra, quien le prescribirá las indicaciones del caso, o solicitará una interconsulta plenamente justificada con cirugía pediátrica ante la posibilidad de una enfermedad de resolución quirúrgica.
Las causas más frecuentes de dolor abdominal en los niños suelen ser:
- Estreñimiento
- Alergia o intolerancia alimenticia
- Procesos infecciosos gastro intestinales
- Lactancia con fórmulas en general
La sobre alimentación suele ser un factor muy frecuente sobre todo en los lactantes, a quienes se les ofrece un exceso del volumen de leche, más allá de su capacidad gástrica, esto trae como consecuencia vómitos de contenido alimenticio, irritabilidad, dolor abdominal entre otras manifestaciones.
El pediatra deberá informar objetivamente de las técnicas de alimentación que requieren los bebés para evitar este tipo de situaciones. La persistencia del dolor abdominal o el incremento de su intensidad deben hacer pensar en posibles diagnósticos que requieran una evaluación integral del paciente. El dolor abdominal acompañado de síntomas generales como fiebre, vómitos, diarrea, decaimiento, malestar general, nunca deberán auto medicarse, pues esta práctica de administrar analgésicos para el dolor abdominal en forma indiscriminada puede enmascarar una enfermedad de mayor importancia que requiera atención médica, e incluso un pequeño número de casos pudiera estar siendo ocasionado por una enfermedad de resolución quirúrgica como por ejemplo la más frecuente de ellas en la infancia: la apendicitis aguda entre otras.
Recomendaciones
En el caso de los neonatos y lactantes debemos asegurarnos de sus necesidades básicas, como son una lactancia apropiada, sus pañales cambiados según las necesidades, la temperatura ambiental agradable etc. Si el niño manifestara llanto e irritabilidad sostenidos, sin una causa aparente, los padres deberán notificar a su pediatra para una consulta personal.
Un punto importante es la hidratación del paciente aun cuando no haya recibido atención médica, pues esta condición puede generar consecuencias graves en el organismo del bebé. El control de la temperatura con medios físicos (paños húmedos) aplicados en el cuerpo, ante la presencia de fiebre es una práctica muy segura.
Finalmente insistir en la NO automedicación.
Médico Cirujano graduado en la Universidad de Guayaquil, especialista en Cirugía Pediátrica.
Capacitación en:
- Cirugía Neonatal por el Instituto Mexicano de Seguridad Social Siglo XXI.
- Cirugía laparoscópica pediátrica en la Universidad de Minho, Braga-Portugal
- Centro de Simulación de Cirugía de Mínima Invasión. Jesús Usón. Cáceres-España.
- Sociedad Mexicana de Cirugía Laparoscópica Pediátrica
- Ex Director y docente del posgrado de cirugía pediátrica de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
- Ex jefe del Departamento de Cirugía del Hospital Dr. Roberto Gilbert E. de la H. Junta de Beneficencia de Guayaquil.
- Médico del Staff del Servicio Cirugía Pediátrica Interhospital